martes, 17 de enero de 2012

12 ~ I'm only thinking about this girl I'm seeing, I hope she wanna kiss me back

Atravesé la puerta que había dejado Katie abierta. Llegué al salón donde estaban todos repartidos en varios sillones charlando entre ellos.
-Eh tío, ¿dónde te has dejado a tu chica? -pregunta Harry invitándome a sentarme a su lado.
-¿Mi chica? -haciendome el sorprendido contesté, pero luego recordé a Kat. Ella la habría visto y se lo habría dicho.
-Venga, que sabíamos para que venías, no queríamos interrumpir -comentó Louis.
-Me habéis pillado -dije siguiéndoles la corriente para que se callaran. No quería pensar más en eso, me sentía mal, raro. Miré de reojo a Kat levantarse e ir a la terraza, un pequeño patio que teníamos en el piso donde se podía ver las preciosas vistas de Londres. Me apresuré a seguirla, no sabía por qué, lo hacía un poco sin pensar. Llegué y abrí la puerta corredera que minutos antes ella había cerrado. Allí estaba, apoyada con los codos en la barandilla del balcón y con un cigarro en una de sus manos. Al oír la puerta miró hacia atrás, topándose con mi mirada. Hizo caso omiso, como si no me hubiera visto, y siguió con su tarea. Me acerqué despacio y al llegar a su lado le quité el cigarro de las manos, cogiéndola de imprevisto.
-No fumes, Kat, es una mierda -dije mientras le daba una calada y observaba su cara de pocos amigos.
-Eh, trae -exclamó intentando recuperarlo mientras yo lo alejaba de ella. -Tú puedes y yo no, ¿verdad? -preguntó retoricamente cuando yo le daba otra calada, asentía y echaba el humo. Me lo terminé ya que quedaba poco, lo apagé contra la pared y lo tiré a la calle.
-Me debes un piti, Malik.
-Pues te vas a quedar sin él -dije sonriéndole.
-Como quieras -se limitó a contestar. Se notaba que estaba algo renegada, sin ganas de nada. La miré durante unos segundos apoyando mi espalda y mis codos sobre la barandilla, quedando de cara a ella.
-¿Te ha molestado encontrarme con Leslie en la puerta? -me atreví a decir. No estaba muy seguro de haber acertado con la pregunta. Me miró con expresión alterada.
-¿Te crees el centro del mundo? Me trae sin cuidado lo que tú y tu novia hagáis, no soy nadie para meterme en eso.
-¿Entonces qué te pasa? -observaba su cara triste, desanimada. Por lo poco que la conocía diría que era de esas personas que están permanentemente alegres pero, vaya, hoy me ha tocado uno de sus días tristes.
-Ni que te importara -dijo cortante. En otra situación me hubiera molestado pero ahí no, seguí insistiendo.
-Vamos Kat, cuéntame. Puede que no hayamos empezado con buen pie pero sólo quiero ayudarte, cuéntame lo que quieras, si no quisiera escucharte ni me hubiera levantado del sillón.
-No es nada, en serio. Y tampoco hace falta que tengas que aparentar que te importe algo de lo que hubiera dicho. De verdad Zayn, te lo agradezco.
-Me importa, me gustaría conocerte mejor pero parece que con cualquier cosa te cierras en ti misma y no ves lo que los demás queremos hacer por ti -Me miró callada. Entendió que tenía razón. Devolvió la mirada a la noche de Londres que se asomaba por los balcones vecinos. Lo dí por imposible, era muy orgullosa para reconocerlo.
-Está bien, no pasa nada, ya dejo de molestarte -dije rindiéndome. Me dí la vuelta sobre mis tobillos y me acerqué a la puerta.
-Espera.. -escuché un hilo de voz. Retrocedí. -Perdona Zayn -continuo diciendo. Una sonrisa volvió a mi cara. -Sé que soy algo cabezota a veces y me paso con la gente que viene a ayudarme. Pero tampoco creo que puedas hacer mucho. Bah, déjalo -quitándole importancia sonrió. Su cara se iluminó con aquella expresión tan bonita. Negé levemente la cabeza dando a entender que no importaba. Asintió sin dejar de sonreír. Me perdí en aquellos ojos azules por unos instantes. Me quedé tan embobado que hasta ella se dió cuenta.
-¿Qué estás mirando?
-Nada -dije agachando la cabeza. -Tus ojos, son muy bonitos.
Levantó las cejas sonriéndome. Mis impulsos me ganaron, me controlaban. Cada vez estaba más cerca de ella, quería besarla, sí, lo quería. No pensaba en Leslie, sólo en ella. Esa chica tan increíble y impredecible que acababa de conocer. Ví como ella también accedía, acercando su rostro al mío. Tenía sus labios delante de los mios, me incliné un poco más. Justo cuando no quedaba casi espacio entre nuestras caras Kat torció la cabeza inesperadamente, dejándome con las ganas. Reí avergonzado.
-¿No creerías que te fuera a besar? -dijo simpática.
-Por un momento hubiera creido que sí.
-Ya tienes a Leslie para eso, ¿no? -preguntó divertida. Se notaba, estaba celosa. Se dió la vuelta para volver al salón no sin antes darse la vuelta y mirarme por última vez.




Todos seguíamos en aquella pequeña fiesta particular que habíamos montado. Louis estaba haciendo bromas mientras todos reían se unían a las bromas. Estuvimos preguntándole a los chicos cosas acerca de sus nuevas vidas. Se nos hacía muy raro, eran nuestros ídolos y ahora estaban delante de nosotras como unos chicos normales, que para nosotras ya lo eran. En esos momentos parecían cualquier chico que podría ser amigo nuestro. Entre risa y risa, Niall se colgó su guitarra y empezó a entonar unos cuantos acordes. Yo escuchaba atenta, me encantaba el sonido de la guitarra y tocada por él, ya era perfecto. Me vió interesada en su música.
-¿Te gusta?
-Sí, mucho, ¿es una canción nueva?
-Algo así, pero todavía tenemos que encontrarle la letra, el ritmo y todo eso.
-Seguro que quedará genial.
-Has tenido suerte de escucharla de las primeras Blair -sonreí ante su comentario y él volvió su mirada a la guitarra para volver a tocar la melodía que tanto me había gustado, mientras en algunas partes subía la cabeza para cruzar una mirada con la mía. Me quedé mirándole un rato más apoyada en el sillón donde estabamos ambos, en frente uno del otro,con las piernas cruzadas a modo de indio. La música y el cansancio pudieron conmigo hasta que caí rendida apoyada en un cojín del sofá.


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