Llegué a casa y abrí la puerta silenciosamente, sin hacer nada de ruido, ya que en este caso mis padres se darían cuenta de lo tarde que he llegado a casa un día de diario y mejor no saber a todo lo que me castigarían. La cerré igual de silenciosa y me encaminé de puntillas a mi cuarto. Allí vi todo desordenado gracias a mí indecisión para elegir mi ropa para esta noche. Resoplé y me tumbé en la cama. Estaba agotada. Miré hacia la pared donde estaba colocado un póster de One Direction. Especialmente, miré hacia donde se encontraba Niall, aparecía riendo y con el pelo despeinado. Me acordé entonces de que llevaba puesto su jerseys. Lo olí, olía genial, olía a él. ‘Voy a ver su twitter’ pensé e hice. Ahí está, Niall Horan, hace cinco minutos. ‘‘Espero que no tengas frío pequeña’’. Nada más leerlo no pude hacer otra cosa que sonreír. Pequeña. Como adoraba que cuando me decían eso. Todas las demás fans le escribían cosas como esas, dándose por aludidas de forma sarcástica. La verdad, a lo mejor no era ni para mí. La de chicas que tendrá detrás para que ahora ponga eso para mí, no. Decidí dormir, lo necesitaba.
-Tío, ¿me estás escuchando? –dijo Liam. Le miré desconcertado.
-Eh, sí, ¿qué decías? –mi respuesta pareció no convencerle y torció la cabeza buscando aquello que distraía mi atención. Lo encontró. Estaba bailando. Se movía genial, bailaba como si fuera lo último que pudiera hacer. Los focos la alumbraban iluminando su negro y largo pelo que se movía al son de su cuerpo.
-Con que Kat, ¿eh? –dijo volviendo a mirarme y riendo levemente. –Tienes novia Zayn.
-¿Qué dices de Kat? No la estaba mirando, ya, ya lo sé, ¿y eso que tiene que ver? –dije fingiendo no haberla mirando, pero pareció no bastarle.
-Qué más da, admítelo –me hizo reír y le dí un leve puño en el brazo. -¿Y te vas a quedar aquí parado? Ve con ella.
Decidí hacerle caso y fui a hablar con ella. Me acerqué, ella se dio cuenta y paró de bailar, devolviéndome la mirada.
-¿Te han dicho alguna vez que bailas muy bien? –dije acercándome a donde ella estaba.
-No, vaya, tu has sido el primero.
-Qué raro… -ella me miró como si fuera a contestar pero no lo hizo, entonces seguí. -¿Quieres algo para beber? Yo invito.
-Si insistes. -Accediendo, la deje pasar primero colocándole mi mano es su espalda y los dos nos dirigimos a la barra donde pedí dos refrescos.
-¿Te lo estás pasando bien? -comencé para empezar conversación.
-Con vosotros es imposible no hacerlo -dijo mientras se llevaba el vaso a los labios y da un pequeño trago a su bebida.
-Entonces habrá que repetir, ¿no? -ella me miro levantando las cejas.
-¿Otra vez? Habrá que pensárselo -dijo divertida, haciéndose la difícil. En ese momento escuché una voz conocida llamándome detrás de mi y unos brazos me rodearon el cuello.
-¡Zayn! -dijo Leslie mientras yo me volvia hacia ella. Cuando tuvo mi cara enfrente de la suya adelantó su rostro y me dió un enérgico beso en mi boca.
-¡Leslie! -respondí nada más despegarme de sus labios. Pude observar de reojo la no muy agradable mirada de Kat hacia nosotros dos. -Qué sorpresa.
-Llamé a uno de los chicos ya que tu no me cogías el móvil y me dijeron que estabais aquí. Vengo con Jenny. -dijo señalando a nuestra amiga que estaba por allí cerca. Kat observaba toda la escena sin decir palabra, seguía tomando su refresco. Parecía que Leslie se acababa de dar cuenta de su presencia y la miró de arriba a abajo, no muy amigablemente. Ante este gesto decidí que lo mejor sería presentarlas.
-Les, esta es Kat, una amiga. Kat esta es Leslie, mi ..
-Tu novia, si, ya lo he notado. -me interrumpió sarcásticamente y sonriendo de forma no muy convincente.
-Así es -confirmó ella y volvió a mirarme como para que le explicara de que la conocía.
-Katie es una fan nuestra, habíamos quedado hoy con ella y con unas amigas -Leslie pareció extrañada por mi respuesta.
-Ah, qué bien -dijo ella indiferente y miró a Kat sonriendo falsamente, el mismo gesto con el que ésta le contestó. Les se volvió a acercar a mí y me plantó otro beso en los labios.
-Creo que aquí sobro -opinó Kat haciendo que nosotros paráramos y la miráramos. -Adios Zayn -dijo despidiéndose de mí y sin ni siquiera mirar a mi chica.
-No Kat, quédat.. -dije, pero pareció no escucharme, ya que siguió hacia delante alejándose del lugar en donde nos encontrábamos.
-Déjala, me tienes a mi, Zayn -dijo Leslie poniendo sus brazos detrás de mi cuello y acercando su boca a la mía, otra vez.
Me alejé de aquella escena, no pintaba nada allí delante. Estaba algo molesta. No tenía ni idea de que Zayn estaba con esa. Además, si son novios, tendrán todo el tiempo para estar morreándose Pues no, tenía que ser en el momento que yo estaba con él. Hice como si no hubiera oído el intento de Zayn para que me quedara allí. ¿Para qué? Si él ya tenía bastante con esa Leslie. Fuí a buscar a Nicole, ya se me habían quitado hasta las ganas de seguir allí.
-Nicole, yo me voy ya, ¿vienes?
-¿Ya? ¿No eras tu la que quería quedarse toda la noche? -me preguntó confusa.
-Se me han quitado las ganas -dije sin darle importancia.
-Yo me lo estaba pasando bien, pero sí, deberíamos irnos -dijo dispuesta a abandonar la fiesta también. Liam nos miró y se acercó a nosotras a paso ligero.
-¿No os iréis ya, verdad?
-Sí Liam, pasároslo bien vosotros.
-Pues nada entonces -contestó con expresión algo triste. -Por cierto, encantado de conoceros chicas.
-Igual que nosotras -dijo Nicole sonriente.
-Podríamos quedar mañana también, ¿no? -propuso Liam. No podía ser, pasar otro día con estos chicos. Quién diría que no.
-Si vosotros queréis, claro -contesté a su propuesta. Nos intercambiamos números y quedamos en llamarnos mañana. Nicole y yo salimos del local, nos despedimos con un abrazo y cada una se fue a su casa.
-Sabes que no hay nadie más, eres la única a la que he querido tanto.
-Pero Harry.. -él me puso los dedos en los labios para que dejara de hablar.
-Pero nada, estoy enamorado de ti, Nicole -él acercó sus labios y yo acerqué los míos. Podía sentir su respiración en mi rostro. Abrí la boca levemente para que nuestros labios encajaran perfectamente y en ese momento..
-¡Ringgg, ringgg! -oí sonar el despertador y lo apagué de mala gana. Abrí los ojos lentamente y estiré los brazos buscando a alguien que no encontré. Suspiré. Sólo ha sido un estúpido sueño. Me incoporé y sacudí la cabeza para librarme de aquella inalcanzable realidad. Me vestí rápido, me peiné y recogí todo mi pelo castaño en una coleta alta. Fui hacia la cocina dispuesta a prepararme el desayuno. Me lo tomé y sin perder más tiempo me diriguí hacia el instituto. Las horas pasaron largas y yo estaba todavía cansada, al igual que mis dos amigas. Al terminar las clases nos encontramos las tres a la salida.
-Tengo un sueño que me caigo -dije cerrando los ojos.
-Por quedaros tan tarde, os tuvisteis que venir conmigo.
-Al final nos fuimos casi a la misma hora que tú.
-¿Y eso? -preguntó Blair.
-Se me quitaron las ganas.. -contestó Katie mirando al suelo.
-¿Qué a ti se te quitaron las ganas de quedarte de fiesta? No me lo creo.
-Creetelo -dijo algo molesta.
-Te conozco y nunca te ha pasado eso -dijo Blair -A menos que fuera por un chico.
La conocíamos demasiado bien como para que nos ocultara algo. Además Kat era de esas personas que expresan mucho y se les nota cualquier sentimiento que estén ocultando.
-Vale, os contaré -nosotras la escuchamos intrigada. -Ayer me fui un rato con Zayn a pedir algo y cuando estábamos tranquilamente hablando, viene una payasa y se tira en sus brazos.
-¿Y quien era esa? -pregunté.
-Su novia, Leslie -nosotras la miramos sorprendidas, no sabíamos nada de esa relación.
-¿Novia?¿Desde cuando?¿Por qué no sabíamos nada? -preguntó Blair desconcertada. Kat se encogió de hombros y siguió.
-Se estuvieron liando delante de mí, ¿vale? No sabes las ganas que tenía de... de... no se ni de qué.
-Es decir, estás coladita por Zayn -intuí. No era difícil de descubrirlo. Ella se ruborizó escasamente.
-¡No! Sólo que me molestó que se estuviera besando delante mía, ya está.
-Sí, claro. No nos lo puedes ocultar Kat.
-¡Qué no! Sólo me gusta en plan ídolo y ya está, nada más.
-Bueno, vale, no lo reconozcas -concluí. -Me voy ya chicas, hasta luego. ¡No olvidéis de lo esta noche! -les grité mientras me alejaba. Sin duda, hoy iba a ser otra gran noche.
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