martes, 24 de enero de 2012

13 ~ But maybe I'm just in love when you wake me up.

Entreabrí los ojos despacio. ¿Dónde estaba? No me sonaba de nada esta habitación. Dormía en un cama con una colcha azul marino y muy cómoda, el cuarto no era muy grande. Había un armario frente a la cama a medio cerrar donde se encontraban prendras de chico cuidadosamente colocadas. En el suelo había un puf morado al lado de una mesa con un portátil encima. Las paredes eran convinado de azul marino y azul claro y a los pies de la cama había una pequeña cristalera por la que no se veía algún atisbo de luz, sería que todavía era de noche. Alzé los ojos hacia el lado opuesto de mi cama. Niall estaba sentado en el borde, mirándome. Al verme llevar mi mirada hasta él la despegó rapidamente. Qué vergüenza, habría que ver los pelos que tenía y mi cara de dormida.
-¿Qué hago aquí? -pregunté desorientada mientras él volvía a torcer la espalda y la cabeza para mirarme.
-Te quedaste dormida y te traje aquí para que durmieras mejor -dijo con una tímida sonrisa que alumbraba su rostro.
-¿Pero qué hora es?- Encendí mi móvil. -¡Las cuatro y media! Oh dios, qué tarde, debería estar en casa hace tres horas -dije incorporándome a toda prisa. Niall me agarró suavemente el brazo echándome hacia atrás.
-No te preocupes, tus amigas también se han quedado aquí, os hemos invitado a pasar la noche -Me calmé. Menos mal, ya pensaba que era la única tonta que se había quedado allí con ellos estorbando, más bien.
-Vaya, ¿y a qué se debe eso?
-No sé, nos quedamos hasta tarde y pensamos en invitaros.
-Vosotros pasándooslo bien y yo aquí dormida, qué bien -dije acompañada de una carcajada. Niall también rió. No, por favor, su risa no. Era demasiado. Después volví a la realidad y me dí cuenta de las pintas que tendría. Me tapé la cara con mis manos, vergonzosa.
-Niall, que vergüenza, pareceré un zombi con esta cara de dormida.
-Pues ya que lo dices, un poco -dijo riéndose. Lo miré riendo, poniendo cara de molesta.
-Serás.. -dije refunfuñando.
-Sabes que no, Blair, sigues igual de guapa -dijo acercándose a mí y apartando mis manos de mi cara. Me estremecí al notar sus manos en mis mejillas, estábamos realmente cerca. Separé su rostro del mío un poco, aunque estuviera deseando hacer lo contrario. Levantándome por fín de la cama me senté en frente del ordenador que permanecía encendido. Niall me siguió con su mirada. Ví que tenía abierto twitter y comencé a leer las miles de menciones que tenía. Cada vez que le daba otra vez a cargar salían muchísimas más, estaba flipando. Yo siempre era una de esas directioners que estaban todo el día mandándole menciones, con ninguna suerte de ser respondidas.
-Uau, vaya fans que tienes -el se rió y se acercó a mí. Se colocó detrás mía, en el espacio que había entre mi hombro y mi cabeza, sin llegar a apoyarse.
-Las mejores.
-Pues claro que sí -bajé la larga lista de menciones que había curioseando sobre que le escribían.
-¿Y no le contestas a ninguna, Niall? -dije volviendo mi rostro para encontrarme frente a frente con el suyo.
-Ella ya saben que yo les quiero -se le escapó una risa. -Algunas veces, pero las leo casi todas.
-No tenemos nada mejor que hacer, ¿verdad? -Por la cabeza se me pasaron miles de cosas mejores que hacer con él. La primera fue fijar mi mirada en sus labios. Estabamos sólos en la habitación, con los demás probablemente durmiendo. Pero la timidez se me adelantó. Tenía miedo a fallar, a que no le gustara, a quedar como una estúpida.
-Mmm, podría decirse que no -le miré con cara de súplica. -Está bien, vamos a contestarles. Esbocé una sonrisa de satisfacción levantándome y dejándole sitio en la silla. Cuando se sentó hizo un gesto indicándome que me sentara encima de sus piernas. Vergonzosa, lo hice. Al principio me sentí un poco incómoda pero al cabo de un rato fuimos cogiendo algo de confianza. Fue respondiendo a los tweets cariñosamente, y a veces me pedía que yo respondiera a algunos. Cada segundo que pasaba me iba gustado más y más. Cada gesto que mostraba, cada sonrisa me enamoraban otra vez.
-¿Y a mí no me vas a contestar? -dije mirándole con expresión alegre.
-¿A ti? ¿No te basta con estar aquí conmigo?
-Eres un creído, Niall -contesté volviendo la cabeza a la pantalla.
-Sí sabes que no lo hago queriendo, se me da mal esto de ser un creído.
-Ya me he dado cuenta -respondí riendo. -Así mejor, los tíos chulos no me gustan nada.
-Qué suerte no serlo -me volvió a mirar a los ojos. No podía evitarlo, me derretía con su mirada. Me temblaban las rodillas cuando estaba a su lado. Esperaba que no se hubiera dado cuenta. Cogí el teclado y puse mi twitter.
-Aquí está, ponme algo.
-Vale, pero no puedes mirar.
-¿Por qué no? Si lo voy a ver de todas formas.
-Da igual, tu cierra los ojos y no mires. Cuando lleges a casa lo verás.
-Venga, ya los cierro -apreté los ojos finjiendo que los cerraba pero aún podía ver lo que escribía.
-Pero cierralos bien Blair, eso no vale -dijo, descubriéndome. A regañadientes, torcí las piernas sobre las suyas, poniendome de espaldas a la pantalla. Él, con una sonrisa permanente en la boca, escribió aquel misterioso mensaje. Estaba intrigada, ¿qué me pondría que no pudiera ver? Este chico estaba lleno de sorpresas.
-¿Yaaa? -pregunté impaciente. Respondió asintiendo mientras yo me volvía a dar la vuelta, sintiendo sus piernas bajo las mías. Bostecé ampliamente, tapandome la mano con la boca. Eran las cuatro y media de la mañana y yo estaba allí con él, sin dormir. Niall pareció haberse dado cuenta de mis ganas de dormir, que no superaban, ni se acercaban a las que tenía de estar con él allí despierta el tiempo que hiciera falta.
-Estás cansada, ¿eh? -frotándome uno de mis ojos con la mano, asentí.  -Ven aquí.
Se levantó con cuidado y me condujo hasta su cama, donde me senté en uno de las bordes.
-Duermete, lo necesitas -dijo mientras yo se lo agradecía cayendo rendida en la cama.
-Pero, ¿y tú donde dormirás? ¿No tenéis más camas aquí? No quería molestar.. -dije mientras me metía entre aquellas sábanas que tan bien olían. Él se encongió de hombros sonriendo.
-No importa, por ahora no tengo sueño. Y no molestas Blair. Ahora a dormir, que ya es hora.
-Hasta mañana -me despedía con una sonrisa, como si estuvieramos acostumbrados a decirnos esto todas las noches.
-Duerme bien, Blair.





Eran ya altas horas de la noche y pocos aguántamos todavía allí. Liam estaba dormido en uno de los sillones, por lo que tenía la cara llena de pintadas mías y de Harry. Éste último había acompañado a Nicole a una de las habitaciones libres que teníamos, a dormir, se suponía. Niall también había acompañado a una de mis amigas, Blair, a su propio cuarto. Louis seguía paseándose de un lado para otro con el móvil en las manos y como si las horas no le afectaran. En cambio, Zayn y yo estábamos sentados en un sillón, el más apartado de todos. Él permanecía sentado mientras yo estaba tumbada con mi cabeza horizontalmente entre sus piernas. Aún no sabía como habíamos llegado a aquel punto pero allí estábamos. Me había calmado un poco. Me jodió muchísimo ver aparecer a esa guarra con Zayn, y aunque intentaba borrar esa imagen de la cabeza no podía. Sacudí levemente la cabeza tratando de deshacerme de ese pensamiento. Él lo notó.
-¿Estás cómoda? -me dijo agachando a cabeza hacia mí.
-Sísí, no era nada.
-Eso espero -me quedé un momento mirándole hasta que después de mucho cavilarlo le pregunté.
-Zayn, ¿te puedo preguntar una cosa?
-Sí, claro, adelante.
-¿Qué tienes con esa ''Les''? -solté. Él, que al parecer por su expresión, no se esperaba aquella pregunta, echó la cabeza hacia atrás, riendo levemente.
-Es mi novia -levanté una ceja con cara de no estar satisfecha. -..o algo así -terminó.
-Ya veo, estás aquí ahora conmigo entre las piernas y parece no importarte, algo a lo que no hubiéramos llegado si tuvieras novia -sentencié sincera. Zayn pareció sorprenderse. Yo no me andaba con tonterías, no me pensaba mucho las cosas, decía lo que creía correcto y lo primero que se me pasara por la cabeza. A veces solía pasarme malas pasadas pero esta vez parecía que no. Él se quedó callado y clavó sus ojos en mí y, sin pensárselo dos veces, agachó la cabeza hasta que sus labios encontraron los míos, dandome un rápido y fugaz beso del que no pude escaparme. Volvió a su posición inicial como si no hubiera sucedido nada.
-Lo siento, no he podido resistirme -dijo. Le miré divertida ante su comentario, sonriendo, con el sabor de sus labios aún en mi sonrisa.
-Me esperaba más..
Sin quererlo, las ganas que teníamos ambos de volver a encontrarnos con la boca del otro nos ganaron. Zayn se aproximo a mí, sentía su aliento en mi rostro. Nuestros labios finalmente se juntaron despacio, tiernamente. Sentí su lengua enlazarse con la mía. A medida que pasaban los segundos nos íbamos besando con un ritmo más acelerado, disfrutando cada momento que nuestras bocas pertenecían sólo al otro. Pasados cinco minutos de besos, y muy a mi pesar, nos separamos mutuamente, consiguiendo respirar del todo bien. Apoyé mi cabeza en el respaldo el sofá, abriendo ligeramente los labios. Zayn hizo lo mismo, después se giró hasta mí, volviendo a estar muy cerca de mí.
-Nunca un intercambio de saliva me había gustado tanto -sentenció descarado. Abrí la boca sin emitir ningún sonido y cogí un cojín cercano para después propinarle un golpe con él.
-Sólo eso ha sido para tí, ¿no? -dije, dando a entender que estaba molesta y esperando respuesta de su boca.
-No, sabes que no -consiguió que esbozara mi última sonrisa del día, antes de dejar caer mi cabeza sobre su pecho, sólo arropado por una camisa, hasta ir durmiendome poco a poco.







Una suave música me despertó de mis sueños. 'Wake me up' de Ed Sheeran, pude distinguir. Siguió sonando hasta que, llegado su fin, se apagó sola. Abrí los ojos lentamente para encontrarme al otro lado de mi cama a aquella chica que dormía conmigo. Una de sus esbeltas y suaves piernas permanecía entrelazada entre las mías. Dormía de cara a mí, hundiendo su rostro en mis almohadas. La observé por unos instantes. 'Es preciosa', pensaba. Sus labios estaban cerrados al igual que sus ojos. Podría estar mirándole durante horas, no me cansaría. Me encantaba. Y pensar que era una fan la ponía más lejos de mi alcance. Abrió sus ojos y movió sus piernas vagamente, dándose cuenta que estaba yo a su lado. Me miró y las mejillas se le volvieron de un color más fuerte, lo que la hacía más bonita aún. Con una tímida sonrisa me miraba, sin decirnos nada, sólo dejando que el tiempo pasara.
-Te entró sueño al final, ¿eh? -comentó con una sonrisa de lo más sincera.
-Sí, tenía mucho sueño así que.. -me quedé un poco cortado. Casi la acababa de conocer y allí estaba, conmigo durmiendo. Aunque por mí podríamos estar todo el tiempo que quisiera. Ella, sin parar de sonreír, algo que alegraba la vista, se levantó de la cama. Aún llevaba la ropa del día anterior. Llamaron a la puerta y abrió, encontrándose con su amiga Kat.
-B, yo me voy ya, ¿vienes?
-Sí, ahora voy, espérame -dijo. Kat me miró todavía envuelto en las sábanas.
-¡Despierta Nialler! -reí y me levanté también.

-Bueno, ya me voy -me acerqué a ella y le dí un sonoro beso en la mejilla.
-Hasta otra, o eso espero -dije. Ella asintió y se dió media vuelta mientras yo la seguía. Salió de la habitación y yo permanecí allí, apoyado en el marco de la puerta, viendo como se iba.
-Ah, y Niall.. -me dijo cuando ya estaba a unos cuantos metros alejada de mí. -Te tengo que dar tu jerseys.
-Quedatelo, ya es tuyo. -al igual que yo, añadí en mis pensamientos.





martes, 17 de enero de 2012

12 ~ I'm only thinking about this girl I'm seeing, I hope she wanna kiss me back

Atravesé la puerta que había dejado Katie abierta. Llegué al salón donde estaban todos repartidos en varios sillones charlando entre ellos.
-Eh tío, ¿dónde te has dejado a tu chica? -pregunta Harry invitándome a sentarme a su lado.
-¿Mi chica? -haciendome el sorprendido contesté, pero luego recordé a Kat. Ella la habría visto y se lo habría dicho.
-Venga, que sabíamos para que venías, no queríamos interrumpir -comentó Louis.
-Me habéis pillado -dije siguiéndoles la corriente para que se callaran. No quería pensar más en eso, me sentía mal, raro. Miré de reojo a Kat levantarse e ir a la terraza, un pequeño patio que teníamos en el piso donde se podía ver las preciosas vistas de Londres. Me apresuré a seguirla, no sabía por qué, lo hacía un poco sin pensar. Llegué y abrí la puerta corredera que minutos antes ella había cerrado. Allí estaba, apoyada con los codos en la barandilla del balcón y con un cigarro en una de sus manos. Al oír la puerta miró hacia atrás, topándose con mi mirada. Hizo caso omiso, como si no me hubiera visto, y siguió con su tarea. Me acerqué despacio y al llegar a su lado le quité el cigarro de las manos, cogiéndola de imprevisto.
-No fumes, Kat, es una mierda -dije mientras le daba una calada y observaba su cara de pocos amigos.
-Eh, trae -exclamó intentando recuperarlo mientras yo lo alejaba de ella. -Tú puedes y yo no, ¿verdad? -preguntó retoricamente cuando yo le daba otra calada, asentía y echaba el humo. Me lo terminé ya que quedaba poco, lo apagé contra la pared y lo tiré a la calle.
-Me debes un piti, Malik.
-Pues te vas a quedar sin él -dije sonriéndole.
-Como quieras -se limitó a contestar. Se notaba que estaba algo renegada, sin ganas de nada. La miré durante unos segundos apoyando mi espalda y mis codos sobre la barandilla, quedando de cara a ella.
-¿Te ha molestado encontrarme con Leslie en la puerta? -me atreví a decir. No estaba muy seguro de haber acertado con la pregunta. Me miró con expresión alterada.
-¿Te crees el centro del mundo? Me trae sin cuidado lo que tú y tu novia hagáis, no soy nadie para meterme en eso.
-¿Entonces qué te pasa? -observaba su cara triste, desanimada. Por lo poco que la conocía diría que era de esas personas que están permanentemente alegres pero, vaya, hoy me ha tocado uno de sus días tristes.
-Ni que te importara -dijo cortante. En otra situación me hubiera molestado pero ahí no, seguí insistiendo.
-Vamos Kat, cuéntame. Puede que no hayamos empezado con buen pie pero sólo quiero ayudarte, cuéntame lo que quieras, si no quisiera escucharte ni me hubiera levantado del sillón.
-No es nada, en serio. Y tampoco hace falta que tengas que aparentar que te importe algo de lo que hubiera dicho. De verdad Zayn, te lo agradezco.
-Me importa, me gustaría conocerte mejor pero parece que con cualquier cosa te cierras en ti misma y no ves lo que los demás queremos hacer por ti -Me miró callada. Entendió que tenía razón. Devolvió la mirada a la noche de Londres que se asomaba por los balcones vecinos. Lo dí por imposible, era muy orgullosa para reconocerlo.
-Está bien, no pasa nada, ya dejo de molestarte -dije rindiéndome. Me dí la vuelta sobre mis tobillos y me acerqué a la puerta.
-Espera.. -escuché un hilo de voz. Retrocedí. -Perdona Zayn -continuo diciendo. Una sonrisa volvió a mi cara. -Sé que soy algo cabezota a veces y me paso con la gente que viene a ayudarme. Pero tampoco creo que puedas hacer mucho. Bah, déjalo -quitándole importancia sonrió. Su cara se iluminó con aquella expresión tan bonita. Negé levemente la cabeza dando a entender que no importaba. Asintió sin dejar de sonreír. Me perdí en aquellos ojos azules por unos instantes. Me quedé tan embobado que hasta ella se dió cuenta.
-¿Qué estás mirando?
-Nada -dije agachando la cabeza. -Tus ojos, son muy bonitos.
Levantó las cejas sonriéndome. Mis impulsos me ganaron, me controlaban. Cada vez estaba más cerca de ella, quería besarla, sí, lo quería. No pensaba en Leslie, sólo en ella. Esa chica tan increíble y impredecible que acababa de conocer. Ví como ella también accedía, acercando su rostro al mío. Tenía sus labios delante de los mios, me incliné un poco más. Justo cuando no quedaba casi espacio entre nuestras caras Kat torció la cabeza inesperadamente, dejándome con las ganas. Reí avergonzado.
-¿No creerías que te fuera a besar? -dijo simpática.
-Por un momento hubiera creido que sí.
-Ya tienes a Leslie para eso, ¿no? -preguntó divertida. Se notaba, estaba celosa. Se dió la vuelta para volver al salón no sin antes darse la vuelta y mirarme por última vez.




Todos seguíamos en aquella pequeña fiesta particular que habíamos montado. Louis estaba haciendo bromas mientras todos reían se unían a las bromas. Estuvimos preguntándole a los chicos cosas acerca de sus nuevas vidas. Se nos hacía muy raro, eran nuestros ídolos y ahora estaban delante de nosotras como unos chicos normales, que para nosotras ya lo eran. En esos momentos parecían cualquier chico que podría ser amigo nuestro. Entre risa y risa, Niall se colgó su guitarra y empezó a entonar unos cuantos acordes. Yo escuchaba atenta, me encantaba el sonido de la guitarra y tocada por él, ya era perfecto. Me vió interesada en su música.
-¿Te gusta?
-Sí, mucho, ¿es una canción nueva?
-Algo así, pero todavía tenemos que encontrarle la letra, el ritmo y todo eso.
-Seguro que quedará genial.
-Has tenido suerte de escucharla de las primeras Blair -sonreí ante su comentario y él volvió su mirada a la guitarra para volver a tocar la melodía que tanto me había gustado, mientras en algunas partes subía la cabeza para cruzar una mirada con la mía. Me quedé mirándole un rato más apoyada en el sillón donde estabamos ambos, en frente uno del otro,con las piernas cruzadas a modo de indio. La música y el cansancio pudieron conmigo hasta que caí rendida apoyada en un cojín del sofá.


sábado, 14 de enero de 2012

11 ~ You've got that one thing, and I need that one thing

Entré con pasos lentos en su casa. Le devolví la sonrisa a Louis mientras éste cerraba la puerta a mis espaldas. Me quité mi trenca azul marino y la colgué en una percha cercana. 
-¿Te gusta nuestro pisito?
-¿Pisito? Pero si es enorme, ya me gustaría vivir aquí.
-Pues todavía no lo has visto. Ven, están en aquel salón.
Seguí a Louis por aquel amplio pasillo hasta llegar al salón donde se encontraban. En un lado estaban Nicole y Liam hablando mientras que en otro lugar de la sala estaban Katie y Harry tirados en los sillones sin parar de reír. Parecía que habían congeniado bien. Los saludé a todos pero faltaba alguien. ¿Dónde estaría?
-Por fin llegas, la última, para variar -reí ante el comentario de Kat y me senté a su lado.
-Soy vosotros las que llegáis antes. ¿No falta alguien? -dije susurrándole.
-Qué pronto te das cuenta.
-Eh, qué cuchicheáis vosotras -Harry se acercó. Tenía en su cara esa sonrisa que lo hacía tan irresistible.
-Nada, Blair pensaba que aquí falta gente. -Me ruboricé. ¿Cómo se lo había dicho? ¿Tanta confianza había cogido? No era para tanto, pero me daba vergüenza, ¡era Harry! Arg, esta Kat.
-Eso también me preguntaba yo. Zayn y Leslie están por ahí los dos, hoy hacían dos meses o no se qué.. -miré a Kat, su cara permanecía impasible pero sabía que por dentro estaba mal, a mí tampoco me hacía mucha gracia esa Leslie. -Y Niall.. -mis ojos se me iluminaron al escuchar aquel nombre, no lo podía evitar. Quería verlo más que nada en este momento.
-Mira ahí está, ¡Niall! 






Hace un rato había sonado el timbre, sería alguna de las chicas, Blair suponía, la que quedaba. Volví al salón arrastrando los pies cuando nada más entrar Harry me llamó.
-Mira ahí está, ¡Niall!
Levanté la mano a modo de saludo y él me respondió de la misma forma. Al mirarle, no pude evitar clavar mis ojos en la chica que estaba a su lado. Estaba más guapa incluso que esta mañana y que todas las veces que ya la había visto. Llevaba el pelo rubio recogido en una larga trenza que le caía sobre uno de sus hombros y desde su sitio me regalaba una tímida pero preciosa sonrisa. Me senté a su lado en el sofá y como no había mucho espacio, sus piernas metidas en aquellos pitillos vaqueros que tan bien le quedaban rozaban con las mías. Los cuatro comenzamos a charlar juntos, lo estaba pasando bien con las bromas de Kat, el descaro de Harry, pero la parte que más me gustaba era cuando Blair hablaba. Su voz era dulce y risueña, y diría que con un ligero acento español que me encantaba. Además sus labios.. ¿por qué tenía tantas ganar de probarlos? 
-Blair, ¿eres española? -le pregunté directamente, sin rodeos.
-Más o menos, ¿Cómo lo has averiguado? -me digo con cara de asombro.
-Por tu acento, lo reconozco -le dije mirándola a los ojos. Joder, también eran preciosos. Color miel y verdosos alrededor, alegres. No había parte de ella que me disgustara. -Además, me encanta -finalicé. Me siguió mirando mientras esbozaba una pequeña sonrisa. Al cabo de unos segundos, apartó la mirada, tímida. 
Tras otro minutos de risas volvieron a llamar a la puerta.
-¡Yo abro! -dijo Kat con mucho ímpetu y se levantó ágilmente del sofá.






Recorrí a paso ligero el salón y el pasillo de la casa de los chicos para llegar finalmente al recibidor y abrir la puerta desde dentro. Cual fue mi sorpresa al encontrarme a Zayn pegado a Leslie. Pegado, literalmente. Estaban abrazados y besándose intensamente. Tras un momento contemplando aquel intercambio de cariño, si así se le podía llamar, Zayn se dio cuenta de mi presencia. Me miró extrañado y se separó de la chica.
-Kat, ¿qué haces tú aquí?
-¿Y tú? ¿No te ibas con ella de cena romántica?
-Sí, pero ya hemos terminado.. -Vale, ya entendía de que iba esto.
-Ah, perfecto, no era mi intención interrumpiros el postre -dije con rabia. Me dí la vuelta indignada y volví donde estaba antes. ¿Pero qué coño estaba pensando? Si Zayn pasaba de mi cara. Parecía que sólo le importaba la tía esa. Cada vez le tenía más asco. Llegué al salón con cara de irritación, con lo bien que me lo estaba pasando tenía que haber algo que me jodiera el día.
-¿Quién era? -preguntó Liam desde su sillón, torciendo la cabeza para verme.
-Zayn y la otra, venían a darse el regalo por los dos meses -dije sin darle importancia, aunque para mí tuviera mucha.
-¿Con nosotros aquí? Estos ya no pueden ni controlarse -comentó Louis en tono gracioso. Todos soltaron alguna carcajada menos yo, lo último de lo que tenía ganas era de reírme en ese momento.






-Y ésta, ahora nos la encontramos en todos lados -dijo Leslie resoplando.
-No tenía ni idea de que iban a estar aquí, si no, no hubiéramos venido.
-¿Qué más da? Vamos Zayn, por esa muchacha.. 
-Tiene nombre -Leslie puso cara de resignación y se acercó a mi, mordiéndome el labio. Fue desplazando su boca hacia mi cuello, dónde me besó lentamente.
-No Les, para. Ya otro día -ella se separó de mí de mala gana.
-Zayn, ¿qué pasa? ¿Porque estén esas crías en casa no vamos a seguir con lo que íbamos a hacer?
-No es eso, no tengo ganas de verdad. No me fuerces. 
-Bah, ya te volverán las ganas. Ya sabes, sólo tienes que avisarme -ella se despidió con la mano y una sonrisa pícara en sus labios. Permanecí allí apoyado en la pared de la entrada. Kat siempre tenía que aparecer. Me sentía culpable. No lo entendía, quería a Leslie, o eso creía. Pero Kat, ¿qué hacía en rondando por mis pensamientos? Sacudí la cabeza intentando olvidarme de la situación y entré en nuestra casa.





miércoles, 4 de enero de 2012

10 ~ You make my heart race.

-¿Lo de esta noche? -miré a Kat sin saber nada de aquel nuevo plan.
-Sí, vamos a repetir con los chicos -dijo ella sonriente. Mi cara no podía expresar más felicidad.
-¿De verdad?- pregunté. Katie sonrió asintiendo. -¡Bien! 
-Luego nos llamaran y ya quedamos la hora y todo. Por cierto, ¿comemos juntas hoy?
-Claro, hoy me tendría que hacer yo la comida, así que mejor -contesté aceptando su invitación. Las dos nos dirigimos hasta el restaurante de comida rápida más cercano mientras íbamos hablando y riendo. Llegamos, nos sentamos en una mesa de las más alejadas de las demás, en una punta. Desde allí podíamos observar todo el lugar perfectamente. Ella pidió una hamburguesa enorme y yo una ensalada con patatas. 
-No lo entiendo, ¿cómo puedes estar así de bien comiendo tanto? -dije mientras tomaba mi ensalada. Katie tenía el cuerpo perfecto encima de que comía bastante comida basura.
-Vamos, tampoco estoy tan bien, pero sí, debería dejar de comer esta mierda.
-Pues pide ensaladas, como yo.
-¡Pero es que están buenísimas! -dijo dándole otro mordisco a su hamburguesa. Reí observando la escena. Seguimos comiendo pero algo llamó mi atención. Un grupo de chicas de nuestra edad más o menos estaban en la entrada del restaurante. No sabía el motivo hasta que pude reconocer a aquel chico que no había salido de mis pensamientos en todo el día.
-Mira Kat -le dije señalando donde se encontraba firmando autógrafos a esas chicas.
-¿Niall? ¡Parece que nos sigue!
-¿Y eso es malo?
-Para nada, ¿viene solo? -preguntó estirando la cabeza para intentar encontrar a la persona que quería ver pero no estaba.
-Creo que sí, no está con Zayn, si es a quien estás buscando -dije leyéndole la mente. Me miró y me puso cara de burla.
-No es a él, tonta.
-Jajaj, claro. -Niall entró en el restaurante con una chica alta, delgada y muy guapa. No me quería ni preguntar quien sería. 
-¿Otro con novia? ¿Pero qué es esto? -me dijo Katie sorprendida de la compañía de Niall. Bajé la cabeza con expresión triste y centré mi atención en la ensalada, dándole vueltas con el tenedor. Katie se dio cuenta.
-Eh, es broma tía, puede que sólo sea una amiga. 
-Eso es lo que quiero pensar.
-Espera, ¡esa es amiga de la novia de Zayn! -dijo mi amiga que parecía haber recordado repentinamente de que la conocía. -La vi ayer en la discoteca. -levanté la cabeza un momento mirándola y seguí comiendo. -Vamos tía, alegra esa cara, siempre piensas lo peor. Saludémoslo.
-¡No! -respondí. -Ni siquiera se acordará ya de nosotras.
-No son esa clase de tíos, Blair, lo sabes. Venga -dijo Kat a punto de levantarse e ir hacia donde estaba Niall.
-¡Qué no tía! Da igual -dije medio riéndome, esa situación me daba risa. En ese momento el chico se giró y nos vio. Nuestras miradas se cruzaron y no pude esconder la sonrisa que se adueñó de mi boca. Niall vino hacia nosotras con intención de saludarnos. Cada paso que daba estaba más nerviosa, el corazón me latía con más fuerza.
-¡Chicas! -dijo cuando casi estaba a nuestro lado. 
-¡Niall! -exclamó Kat, no sin antes mirarme como diciendo, ''te lo dije''. Tenía razón, ¿cómo podía haber podido pensar que no se acordaría de nosotras? Mi amiga lo saludo con dos besos en la mejilla.
-Hola Blair -me dijo sonriente. Vaya, si hasta se acordaba de mi nombre.
-¡Hola! -respondí alegre. Lo saludé de la misma forma que mi amiga. Sentí un pequeño escalofrío al sentir sus labios en mi mejilla, aunque hubiera preferido que me lo hubiera dado un poco más a la izquierda.
-¿Me seguís, no? 
-Lo mismo pensamos nosotras de ti -contestó Kat, tan espontánea como siempre. 
-Podía ser, ayer ni os despedísteis -dijo Niall riendo levemente mirando a Katie. De vez en cuando sus ojos iban a parar encima de los míos, lo que me producía una sensación muy extraña, estaba nerviosa y sin saber qué decir pero a la vez me sentía bien, reconfortada. Era como perderse pero sabiendo que alguien va a estar ahí para mostrarte el camino de vuelta, sabiendo que hay alguien que no va a dejar que te pase nada. Hasta me hace pensar cursiladas.. Esto ya es serio. La acompañante de Niall, después de pedir se dió la vuelta y se percató de la ausencia de él. Segundos más tarde lo vió y vino hacia nosotros con su comida en una bolsa entre sus manos.
-Niall, no te encontraba -dijo mirándole mientras se colocaba entre él y Katie. -Creo que no nos han presentado -nos miró sonriente. -Yo soy Jenny.
-Eso iba a hacer, pero te has adelantado -dijo Niall riendo.
-Encantada Jenny, yo soy Blair y ella es Kat.
-Encantada yo -apuntó ella amigablemente. Parecía muy simpática. Algunas veces las aparencias engañan.
-Bueno, hasta luego -dijo Niall mirándome. -Después alguno de nosotros os llamará y quedamos si todavía no habéis hecho ningún otro plan.
-No haremos ninguno, esperamos vuestra llamada.
Jenny y Niall se despidieron con la mano y ambos sonrientes mientras salían por la puerta y se perdían a lo largo de la calle.





-¿Quiénes eran esas dos chicas y por qué estábais hablando de quedar, Nialler?- me preguntó Jenny divertida después de que acompañar a ésta a comprar su comida.
-Unas amigas, las conocimos hace unos días en un concierto.
-¿Fans entonces? -asentí con la cabeza. Noté a mi amiga sorprendida.
-Vaya, no sabía que ahora os juntarais con vuestras propias fans. Las demás se podrán celosas y esto será la guerra, ya verás -solté una sonora carcajada. Puede que tuviera razón y no tuviéramos que estar saliendo con ellas.
-Podría ser, pero nos arriesgaremos.
-Tiene que haber un buen motivo para esto.
-Son simpáticas, divertidas..
-No, algo más. No olvides que te conozco demasiado para que me puedas ocultar algo. Te gusta alguna de ellas; diría que Blair, ¿me equivoco? -Era Jenny, mi mejor amiga, no le podía ocultar nada. Pero tampoco le estaba ocultando algo. En realidad no me gustaba Blair, no la conocía tanto como para eso. Me atraía, eso es cierto, pero no creo que nada más.
-No sé si eso es malo o bueno. Te equivocas un poco, ella no me gusta es sólo que me atrae pero nada más -Jenny me miró con cara de no haberse dado por satisfecha.
-No tengo eso muy claro, ví como la mirabas y diría que ahí hay algo más.
-No Jenn, por lo menos por ahora.
-Verás como entre vosotros pasa algo, acuerdate de esto.
-No me importaría -dije sonriendo. Ella se rió también. No, no me importaría para nada, me gustaría además.





Me encontraba en el metro de Londres camino a casa de los chicos. Nos habían llamado, cosa que no pensaba que hubieran hecho, y nos dijeron que si nos queríamos pasar por allí. Somos unas fans más que daríamos cualquier cosa por quedar con ellos pero, así, casualmente, allí iba a estar: en su casa. Cuántas vueltas da todo. Mi parada. Me bajé del metro que no estaba muy abarrotado como de costumbre un viernes por la noche y me dirijí a donde me habían indicado que estaba su casa. Era el centro de la ciudad, una de las partes más bonitas de todo Londres. Caminaba por aquellas encantadas calles dejándome llevar por el tranquilo ambiente londinense que me llenaba de recuerdos. Desde pequeña quería vivir en esta ciudad y al final mi sueño se cumplió hace unos años. La calle estaba algo solitaria, sólo se encontraba un grupo de niños pequeños que estarían apunto de recogerse. Llegué al portal y entré, la puerta estaba abierta. Era un piso algo antiguo, y me encantaba. Nunca me hubiera imaginado su casa así, me la imaginaba más, no sé, moderna quizás. Cada vez me sorprendían más. Subí las escaleras hasta el primer piso del bloque y toqué el timbre. Tras una espera de unos pocos segundos escuchando risas procedentes de la casa, el manillar de la puerta se torció y ésta se movió hacia dentro dejando ver a un chico con una sonrisa en la boca, ojos azules y un flequillo marrón recubriendo su frente.
-¡Blair! Te estábamos esperando.